Este artículo fue originalmente publicado en LITHUB el 6 de septiembre del 2017 y puede consultarse haciendo click aquí. La autora es Sofi Oksanen, una renombrada escritora finlandesa. Esta traducción es libre, sin fines de lucro y no profesional, por lo que se pueden presentar ligeras desviaciones lingüísticas. Todos los créditos le pertenecen al sitio LITHUB y a su autora. ___________________________________________________________________________
La belleza no siempre ha tenido que ver con la apariencia. En el pasado, las mujeres de la nobleza no usaban corsés solo para verse delgadas y bonitas: también debían mantener una postura erguida, lo que reflejaba los altos estándares morales y la autodisciplina de las damas. Hoy el corsé se considera un símbolo de desigualdad, pero poco ha cambiado desde entonces. Se ha transformado de una prenda de ropa a una forma de acondicionar el cuerpo: los músculos son ahora lo que define la silueta de una mujer. La carne suelta y los kilos de más se ven como evidencia de la falta de autocontrol de una persona. Las celebridades vuelven a ponerse en forma pocas semanas después de tener un bebé y son admiradas por ello. La Mujer Maravilla supera a la naturaleza sin perder su fertilidad (ni su cintura). Ni siquiera Scarlett O'Hara de "Lo que el viento se llevó" pudo manejar eso, pero estoy seguro de que ella quería hacerlo. Sabía que su apariencia podría ayudar a salvarla de la miseria.
Naomi Wolf argumenta en "El mito de la belleza" que cuanto más obstáculos legales y materiales hemos atravesado, tanto más pesan sobre nosotros las imágenes de la belleza femenina. Los estándares occidentales de belleza se han extendido globalmente a todas las clases, y cuanto más dinero tienen las mujeres, más dispuestas están en gastar para alcanzar la belleza. Lo que me molesta es que esta búsqueda se considera vana, haciendo que las mujeres se sientan culpables. Los estudios han demostrado que las mujeres atractivas son más propensas a ser contratadas. No hay nada de vano en ese objetivo.
Los libros que he elegido a continuación no son sobre cómo se ve la belleza. Tenemos suficientes películas y revistas alineando representaciones aspiracionales del cuerpo femenino. Lo que estas imágenes no pueden decirnos es cómo se experimenta la belleza o cómo duele.
LA BELLEZA ES BLANCA
Chimamanda Ngozi Adichie, Americanah (2013)
Tyra Banks tuvo un talk show y en uno de los episodios entrevistó a niñas de color sobre cabello. A las niñas se les pidió que eligieran el mejor y el peor pelo de una fila de pelucas diversas. Escogieron la peluca rubia para señalar el cabello "bueno/bonito". No pensaban en la belleza como tal, pero estaban seguros de que tendrían más amigos y la gente les agradaría más si tuvieran el cabello rubio. El cabello rizado era considerado el peor, el "malo/feo". Una vez más, no estaban tratando de definir ideales de belleza, pero estaban seguras de que a la gente les agradarían menos, y que serían considerados pobres o de clase baja si con cabello así. Eran apenas unas niñas, sin embargo, todavía percibían el cabello como un símbolo de clase, estado económico y simplemente, amor.
En "Americanah", Adichie escribe sobre todo esto y hace preguntas importantes. Por ejemplo, ¿Barack Obama habría sido elegido presidente si Michelle no hubiera alaciado su cabello?
LA BELLEZA ES MIEDO
Jennifer Clement, Prayers for the Stolen (2014)
A las niñas occidentales se les enseña a tener miedo de caminar solas por la noche, pero en el campo agrícola mexicano ser una niña es peligroso, incluso a plena luz del día. En este mundo, los señores de la droga gobiernan y las mujeres jóvenes viven bajo la constante amenaza de ser secuestradas para su entretenimiento. Cuando nace una niña, la madre grita "¡es un niño!" para mantener a la niña segura. Las madres cortan el pelo de sus hijas, las visten como niños y cavan agujeros en el suelo para esconderlos cuando escuchan el zumbido de un automóvil que se acerca. Las chicas usan marcadores para ennegrecerse los dientes y verse tan feas como sea posible. Cuanto más bonita es la hija, más desesperación siente la madre. Las perspectivas futuras para estas niñas son estrechas y la educación tampoco puede ofrecerles un camino hacia una vida mejor: los maestros no se atreven a venir a enseñar en estas escuelas locales.
LA BELLEZA ES BUEN COMPORTAMIENTO
Aino Kallas, La Novia del Lobo (1928)
"La Novia del Lobo" se ambienta en el siglo XVII, en una isla estonia llamada Hiiumaa. Aalo, la joven esposa de un guardabosque, es bonita y mansa como cordero durante el día, pero cuando cae la noche no puede resistir la llamada de la manada de lobos. El espíritu del bosque la convierte en un lobo. Como bestia, saborea la libertad: de los hombres y de las normas y obligaciones sociales de ser mujer.
El narrador del libro es un cura que transcribe esta leyenda de una esposa poseída, y llama al espíritu del bosque "Demonio". La historia está escrita en finlandés arcaico, y la voz del personaje de Aalo no está representada, lo cual es fiel a el tiempo. Mediante el uso de esta técnica literaria, Kallas encontró una forma inteligente de demostrar la forma en que se excluyeron las perspectivas femeninas en esa época. Su método es único en la literatura finlandesa y es una autora única: su obra principal se basa en el folclore estonio y se centra en la posición de las mujeres en el mundo de los hombres. El libro puede leerse como una alegoría de la sexualidad femenina, pero también refleja los temas que interesaron a las autoras en los años veinte y treinta, y el ascenso de la mujer moderna.
LA BELLEZA EN LA GUERRA
El libro de Judith
Una de las primeras apariciones en la literatura del conflicto mujer-belleza se presenta en el libro de Judit. Para los que no estén familiarizados con la historia, estoy segura que han visto algunas de estas imágenes y se resume básicamente a que esta joven y bella viuda hebrea, increíblemente patriótica, se entera de que
"El libro de Judith" puede leerse como la primera novela histórica, pero mi principal interés está en la propia Judith. Esta bella y joven viuda, salvó a su pueblo al seducir al señor de la guerra Holofernes y degollarlo. Después vivió como un miembro respetado de su comunidad por su cuenta.
Como regla, las mujeres que usan sus encantos para cambiar el curso de una guerra han tenido problemas de reputación. La historia de Judith es una excepción. Martin Luther no consideró el libro adecuado para su Biblia, ni vio a Judith como un individuo, sino más bien como una metáfora del pueblo judío. Estoy seguro de que esta interpretación ayudó a mantener su bandera pura y brillante. De nuevo, Judith no es la narradora de su propia historia. No escuchamos su voz. No sabemos si ella eligió vivir sola porque quería la libertad, o porque nadie la quería después de haberse acostado con el enemigo, sin importar sus motivos.
En general, el papel de una mujer durante la guerra ha sido víctima o guardián del hogar. Las mujeres soldado podrían haber sido bien recibidas en la batalla, pero cuando llegó la paz, a menudo se encontraron manchadas a los ojos de la sociedad. Las heridas de guerra no se están convirtiendo para las mujeres; la posición de héroe está reservada para los hombres. Svetlana Alexievich ha escrito sobre esto en "La guerra no tiene rostro de mujer", un libro que vale la pena leer.
LA BELLEZA TE VUELVE LOCA
Sylvia Plath, Ariel (1965)
"La perfección es terrible, no puede tener hijos", escribe Sylvia Plath en su poema "Los maniquíes de Münich". Va directamente al grano: la forma femenina ideal es demasiado delgada para tener hijos, y aún así se considera algo por lo que luchar. En sus poemas, escribe a menudo sobre la imposibilidad de ser una "buena mujer", pero también sobre el impulso de morir, la depresión femenina y el auto lesionarse. Estadísticamente, las mujeres se lastiman a sí mismas más que a los hombres. Las mujeres perfectas se cortan y mueren de hambre: vuelven su agresión hacia sí mismas, mientras que los hombres tienden a dirigir su agresión hacia el mundo. Tal vez es solo cortesía. Las buenas chicas no se meten en peleas.
